
Hay muchos motivos por lo que una Comunidad acaba por decidirse a contratar a un profesional para gestionar su Comunidad y uno de los más importantes y en los que los vecinos acaban agradeciendo es la mejora de la convivencia entre vecinos.
A tal fin y profundizando en la práctica diaria de la vida de una Comunidad los problemas que solemos abarcar pueden ser muy diversa índole pero se pueden numerar ciertos ejemplos que pueden ser bastante clarificador de los problemas que se intentan mediar:
– Actividades molestas entre vecinos que se dan de forma muy diversa, los más común son ruidos, evacuación del aire acondicionado, anímales domésticos (ruido y suciedad), trato a los elementos de la comunidad por parte de algún vecino.
- Quizás son los más complicados pues al final se tiene que tratar de mediar y evitar una conducta de un vecino por una conducta o acción, a veces subjetivas, que irremediablemente pondrá en situación de enojo a cualquiera de las partes.
– Llevar a cabo proyectos, obras o prioridades de una Comunidad de forma objetiva y profesional.
- Está es un misión inherente al mandato. Ser una persona ajena y con experiencia en Comunidades permite llevar a cabo un asesoramiento más imparcial y objetiva a los proyectos que en una Comunidad deben realizarse. Asimismo, los vecinos tienen la ventaja y opción de no asumir las responsabilidades de forma personal ante las obras, acciones, proyectos que se tengan que realizar.
– Reuniones de vecinos
- Es donde se nota más el respeto que introduce una persona que se hace cargo de la gestión de la Comunidad. Sin embargo, no se exime que puedan surgir rencillas y/o pequeñas disputas en una reunión pero la intensidad y posibilidad de que esto ocurra es muy inferior a las realizadas por los propios propietarios. Además, la reunión está planificada por una persona experta y no introduce el sentimiento de “caos” que puede surgir cuando la reunión no está resuelta de forma correcta o se deja a la improvisación lo que pueda suceder en ella que son los casos típicos donde puede surgir los principales problema de convivencia y rencillas entre vecinos.
En sí, no descubrimos nada nuevo, las relaciones personales entre vecinos y en Comunidades son complejas aunque a veces no hace falta ubicarnos en una Comunidad, toda nuestras relaciones personales y humanas conllevan en algunos momentos de nuestras vidas fricciones y/o opiniones diversas que de alguna manera pueden ser el origen de algún problema de convivencia con otras personas.
En nuestro trabajo, mediamos cada día entre vecinos e intentamos escuchar las opiniones de todos, valorando en su justa medida y formando una opinión imparcial y objetiva para mantener, en cierta medida, un mejora sustancial en la convivencia de todos los vecinos.